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Paula tiene 10 años. Recien los ha cumplido en febrero.
Su luna es de fuego y su corazón un aire hermoso como lo es acuario.
Paula y yo ( su madre Lydia) hemos navegado en el mar de los días con mucha alegria y lecciones.

Todas las bendecimos. Paula tuvo de muy pequeña una situación de salud que nos dirigió a la terapia de reiki, flores de bach, musicoterapia con derbake y a nadar con delfines. Fieles a las manifestaciones del mapa espiritual, logró recuperarse al cien por ciento. Eso fué de muy pequeña.
Como a los 8 años manifestó una dermatitis hectópica crónica, como lo llama la medicina alopata. Y con esa distancia solo se concretaban a dirigir su diagnótico a que era una niña muy sensible y a indicar pomadas que solo disfrazaban un mediano restablecimiento.
Pero nadie habló de los niveles profundos de esa sensibilidad. Es profundamente humana, sincera, empática, líder, es muy luminosa, lo digo desde el honor de acompañarla en su crecimiento.
Entonces cada segundo nos fué llevando con Hector Jesus de la Rosa Olivar a Grupo Holístico Rafael Arcángel. En dos sesiones Paula tuvo efectos muy positivos. Se comportó muy contemplativa, reflexiva, me compartía pensamientos que son muy elaborados para una niña de su edad, y poco a poco desde su interior fué hermanando con la piel.
Paula ha mejorado sorprendentemente pero no solo a nivel piel,
observo que es en muchos sentidos.
Fortaleciendo su autoestima, convive armónica y sensiblemente además de reconocer en la terapia cuántica un mar feliz. Un bosque espiritual. Como si esta experiencia la hubiera iniciado a su mundo interno.
Gracias a Hector y a los hermanos de luz, que en esa familia, comparten generosamente lo mejor que nos podemos dar los seres humanos... AMOR.
Sairam.
Lydia Peña González