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Compasión por todo

Todos los que conoces son un ser espiritual que tiene una experiencia humana. Independientemente de tu opinión sobre los demás y de tu deseo de que sean diferentes o se comporten mejor, son hijos de Dios. Practica ver esta verdad sobre ellos. Imagina que ellos también son tan dignos de amor como los demás.

Cuando haces esto, es más fácil recordar que también están teniendo su propia experiencia humana. Esto significa que todas las cosas que hacen que no te gustan están motivadas por las mismas cosas que te motivan a hacer lo que no te gusta. El miedo, la duda, la incertidumbre, la indignidad, la insuficiencia y una sensación de separación son parte de su experiencia humana compartida. ¿No recuerdas haber estado asustado o sentirte indigno y hacer cosas de las que no te sentías orgulloso? Al darte cuenta de esto, permites que tu compasión por los demás fluya de tu corazón al de ellos.

Piensa en alguien con quien tengas problemas para ser compasivo. Revisa sobre lo que crees que pueden estar experimentando en su condición humana. ¿Cómo te ayuda esto a hacer crecer tu compasión?

La compasión nace de ti cuando comprendes que todos hemos vivido muchas experiencias no gratas pero que hemos contratado para nuestro desarrollo y crecimiento

Lo que sirve es comprender y aplicar los preceptos que nos legaron Jesús de Nazaret y Siddhartha Gautama Buda basados en el amor, compasión y servicio

Todos somos unicidad en Dios y formamos parte de la mente divina de Dios.

Por lo tanto, no podemos estar separados de nada ni de nadie todos somos uno lo que enviemos a cualquier persona retornara multiplicado para nosotros

Por lo anterior lo siento, perdóname, te amo, gracias.

Te amo, te respeto, te dignifico, te valoro, te reconozco como mi igual, y te abrazo en la luz de los maestros y guías,

Fraternalmente

Maestro

Héctor Jesús de la Rosa Olivar

www.gpoholisticorafaelarcangel.com