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Nada, absolutamente nada ni nadie tiene poder sobre ti si tu no pones ahí tu energía. 

El miedo es una energía muy poderosa, lo alimentas tú, con tú presencia, con tu poder de elección y tu atención, cuando se activa el programa de supervivencia el camino de bajada es muy rápido, toma fuerza a velocidades que no imaginamos, en nuestro cuerpo físico las células se ponen en alerta, hay un aumento del ritmo cardiaco, sudoración y dilatación de las pupilas, así como liberación de hormonas como cortisol y adrenalina, y en nuestro cuerpo energético baja la frecuencia de vibración bloqueando nuestros chakras (centros energéticos) haciendo que perdamos el sentido de equilibrio emocional, nos invaden todo tipo de emociones negativas que si no frenamos a tiempo pueden repercutir en el cuerpo físico más tarde. 

Lejos de dejar que el miedo nos invada o hacer como que no esta ahí antes de darle fuerza inconscientemente para que tome velocidad, frena... observarlo, con calma, con paciencia... antes de actuar, antes de poner toda tu presencia ahí, usa tu discernimiento y hazte consciente de las infinitas posibilidades que hay en esa situación que pueden evitar que ese miedo tome velocidad. 

Se va a ir?
Seguramente no, pero las cosas cambian al ser observadas, tu le darás o no potencia, le permitirás o no avanzar y tomar mas velocidad, lo dejarás o no que te invada y con el poder de elección dejarás que se haga tan grande o tan pequeñito como tú decidas, y al observarlo ahí pequeñito y la gran mayoría de las veces obsoleto, si, obsoleto, porque al detenerte y observarlo podrás darte cuenta que lo que tú creías que te podría hacer es solo una creencia de lo que podría hacerte. 

Cuando el miedo pierde fuerza tu campo energético vuelve poco a poco a su equilibrio, vibrando en la frecuencia correcta para que puedas funcionar, tu cuerpo regresa a sus niveles químicos normales y tu mente se aquieta, cada una de tus células vuelve a su función, y tu puedes continuar. 

Cuando haces este proceso conscientemente, cada nuevo miedo que aparezca sera menos intenso que el anterior, ya que irás adquiriendo la capacidad de observarlo y discernir, de dirigirlo según sea necesario, manteniendo tu cuerpo físico y energético cada vez más en balance ante situaciones externas.